Aunque parezca exagerado titular con «primeras impresiones» a un juego al que le he dedicado poco más de 40 horas, Ghost Recon: Wildlands es tan amplio que podría asegurar que estas palabras son, verdaderamente, una recopilación de mis primeras impresiones.
Todo empezó a finales de febrero, con la beta abierta al público. Para ese entonces estaba disfrutando de The Division, otro juego bajo la estampa de Tom Clancy. Después de haber leído algunos libros del autor y disfrutar de varias Splinter Cell, The Division y, en menor proporción, Rainbow Six: Siege, darle una oportunidad a Wildlands era una lógica decisión.
Me gustó mucho la beta, disfruté de ella tanto solo como con amigos y, aunque cada modo de jugar tiene sus ventajas y desventajas, me divertí mucho con ambas.
Ghost Recon: Wildlands fue desarrollado por Ubisoft Paris y se lanzó el 7 de marzo para PC, Playstation 4 y XBox One. Es un juego de mundo abierto (algo típico en Ubisoft) y se puede categorizar como tactical shooter con elementos de RPG.
Trama del Juego – Operación Kingslayer:
Estás en control de Nomad, líder de una unidad de operaciones especiales llamada «Ghosts» desplegada por el ejército de Estados Unidos hacia Bolivia.
¿Porqué Bolivia? Pues el Cartel de Santa Blanca, anteriormente un cartel menor dentro de México, se ha trasladado allí y, con la adquisición de mayor poder e influencia, ha convertido al país en un estado-narco, prácticamente la productora de drogas más grande del mundo.
Estados Unidos ya tiene a Santa Blanca en la mira pero, la gota que derramó el vaso fue un atentado a la Embajada de Estados Unidos en Bolivia. En dicho atentado, un agente de la DEA llamado Ricky Sandoval es secuestrado, torturado y asesinado por el cartel y es de ahí que nace la operación Kingslayer, un esfuerzo que une a la CIA, la DEA y la JSOC.
Esta unión concede toda la responsabilidad a Nomad y su equipo; Midas (artillero táctico), Holt (ingeniero) y Weaver (francotirador) si estás jugando solo. O entre 2 y 4 amigos, si estás jugando en modo cooperativo.
La tarea final será derrocar a la cabeza del Cartel de Santa Blanca: El Sueño.
Creación de Personaje
Sin abundar mucho, la creación de personajes en Ghost Recon: Wildlands es básica y a la vez robusta. Desde elegir entre sexo femenino y masculino hasta darle una personalidad única a tu personaje a través de atuendos, cicatrices y tatuajes.
Desde gafas, guantes, mochilas y headsets, hasta ropas militares, vestimenta invernal (para recordar The Division) y vestuarios más típicos para atravesar los paisajes bolivianos.
Una amplia gama de selección, con colores y combinaciones y, por supuesto, con la oportunidad de adquirir más opciones ya sea adelantando la historia del juego o con microtransacciones.
Como dije, simple pero a la vez robusto. No hay nada que no se haya visto antes pero, a la vez, puedes sentirte bastante satisfecho con tu creación.
Como punto a favor, puedes cambiar vestimenta cada vez que se quiera una vez dentro del juego.
Gameplay
Ghost Recon: Wildlands, como ya establecí en párrafos anteriores, es un juego de mundo abierto. Un shooter paciente y táctico con pinceladas de RPG. Visualizas dicho mundo desde una perspectiva en tercera persona pero, cuando estás en modo de combate y decides apuntar tu arma, se convierte en un FPS (first person shooter).
Ahora bien, ¿qué significa eso de mundo abierto? Si no has disfrutado de juegos de Ubisoft o Bethesda quizás no se entienda bien el concepto.
La noción parte de la libertad que tienes en recorrer un mapa, la inexistencia de limitaciones a la hora de taclear misiones primarias o secundarias, una invitación a jugar ‘a tu manera’ y la carencia de barreras invisibles más típicas en juegos lineales.
Ghost Recon define ésto con bastante claridad. Desde que acabas tu primera misión (la ya-popular «Rescatar a Amaru«), te darás cuenta que tienes un enorme mapa a tu merced. Uno que puedes recorrer por tierra, aire y agua sin ningún tipo de limitación o barrera.
Y ya que menciono eso de recorrer el mapa, la física de los vehículos y los controles del helicóptero son de las cosas más criticadas del juego. En lo personal puedo decir que ya me he acostumbrado y disfruto mucho de mis opciones de transporte. Claro, no niego que la física de los vehículos necesita mejoría, sobretodo cuando se sale de autopistas; pero la verdad es que la costumbre puede hacer que pases por alto algunas cosas.
En cuanto a los elementos de RPG: tienes un personaje que gana experiencia por eliminar enemigos y completar objetivos, esta experiencia te hace subir de nivel (máximo 30 actualmente), cada nivel alcanzado te recompensa con puntos de habilidad (también los hay distribuido en grandes cantidades por todo el mapa) y, con esos puntos, adquieres habilidades y mejoras.
Entre esas habilidades y mejoras tenemos el uso de drones, granadas, C4, minas, paracaídas, lanzagranadas, señuelos y más. Además de mejoras para la puntería con francotiradores, puntería desde la cadera, capacidad de municiones, daño a vehículos y mucho más.
También necesitarás más que simples puntos de habilidad para desbloquear lo mencionado. Ahí entran los suministros. Debes taggear los distintos suministros que encuentres por el mapa, ésto ayudará a la causa rebelde. Hay cuatro tipos: Medicina, Gasolina, Electrónica y Comida. También hay misiones repetibles que te harán ganar suministros en grandes cantidades. Con ellos -junto a los puntos de habilidad, por supuesto- podrás desbloquear las mejoras.
Y si tienes miedo a que te quedarás sin cosas por hacer; descuida, es un juego de Ubisoft. El mapa -literalmente- llegará a estar repleto de marcadores: lugares por explorar, puntos de habilidad, medallas, armas y accesorios, misiones primarias y secundarias, ayuda a rebeldes, documentos…
La siguiente foto representa tan solo un área del mapa. Son 21 en total.
21 áreas que representan, de una manera u otra, la cultura de Bolivia. En el juego tendremos nueve tipos de terrenos, desde montañas y junglas, hasta desiertos y llanos de sal. Además un ciclo de día-y-noche que determinará las tácticas a usar en determinadas misiones y también un ciclo climático, donde fuertes lluvias afectarán la visión de los enemigos, para citar un ejemplo.
Cada área está dominada por un buchón, y éstos caen dentro de una de las cuatro ‘facciones’ del Cartel de Santa Blanca: Producción, Seguridad, Influencia y Contrabando. Cada facción con su orden jerárquico y todos llevando hacia un solo objetivo: El Sueño.
Juega Como Quieras
Ubisoft te invita a jugar Ghost Recon: Wildlands ‘como quieras’. Eso también sería definición de los juegos Sandbox, pero bueno.
El juego es extremadamente satisfactorio cuando los planes salen bien. Hay muchas misiones memorables (ahora mismo tengo El Cardenal en mente) pero, el otro lado de la moneda, cae en la brutalidad del juego cuando los planes se desmoronan. Los enemigos suelen tener una vista de halcón una vez te descubren y, una vez pase ésto, vas a morir mucho y vas a sufrir cada segundo en el eterno proceso de respawn/esperar a que te revivan. Y eso, sin mencionar a La Unidad (una fuerza militar boliviana y corrupta en el bolsillo del cartel).
Eso de ‘jugar como quieras‘ está un poco inflado, a mi parecer. Pocas misiones se lograrían si se entra ‘como Rambo‘ o si se cae del cielo al estilo Rakkasan. Es como que el juego más bien te obliga a escanear el área, tener un francotirador bien posicionado mientras los demás se infiltran sin ser vistos.
Y no es que eso esté mal, de hecho, es el tipo de gameplay que me atrajo desde la beta y, siendo honestos, el juego se llama Ghost Recon.
Gráficos y Sonido
No es un tema en el que abundaré en demasía pero las gráficas del mapa se ven muy bien. Vistas panorámicas tomadas desde elevaciones o desde un helicóptero harán que desees un Photo Mode (como Uncharted 4 y Horizon: Zero Dawn). El personaje que controlas -y demás miembros del equipo- también se ven bien.
En cambio, la mayoría de NPCs, principalmente Karen Bowman (contacto de la CIA) y muchos de los buchones principales bajan calidad al producto final. Resaltan negativamente debido a su pobre presentación gráfica.
Así también la falta de diversidad entre los enemigos es un punto débil en la instalación. Fuera de los buchones tienes a los sicarios comunes y miembros de La Unidad… Fin…
Lamentablemente el juego no está exento de bugs y glitches. A pesar de ser cómicos y no tan game-breaking, no se puede ignorar su existencia. Por suerte, vivimos en una era donde los juegos son actualizados con cierta frecuencia y muchos de esos bugs llegan a ser arreglados.
El sonido del juego es un punto en desventaja. A pesar de que las armas suenen muy bien, todo lo demás cae en picada. Desde incesante música y archivos de DJ Perico en la radio (algo que ya se puede controlar gracias a la actualización más reciente) hasta las indistinguibles voces de tus compañeros. No puedes determinar con facilidad quien habla, repiten mucho las mismas cosas y… oh, esos chistes malos.
Comparaciones
Leyendo reseñas pude sacar un puñado de juegos que son comparados regularmente con éste. Far Cry, Just Cause, Metal Gear Solid V, Grand Theft Auto V y Shadow of Mordor son los más mencionados.
Controversia
El gobierno de Bolivia presentó una queja formal ante el gobierno francés (recordemos que fue Ubisoft Francia quien desarrolló el juego) por el lanzamiento Ghost Recon: Wildlands. Ellos aseguran que «se muestra al país como si estuviera controlado por los narcos».
«…Por esta razón nos reservamos el derecho de hacer el uso de las acciones legales, dado que tenemos todo el amparo y respaldo para hacerlo”.
Conclusiones
Ghost Recon: Wildlands ha sido objeto de malos reviews y la verdad es que lo puedo entender. La historia no ofrece nada nuevo, hemos visto lo que aquí nos ofrecen numerosas veces; ya sea en otros juegos o en libros, series y películas. Además, hay cierta incomodidad cuando se piensa que controlas a gringos y disparas a latinos sin ningún remordimiento.
También hablé, como puntos negativos, sobre la física y control de vehículos; algunos detalles negativos de los gráficos y del sonido y la presencia de bugs. Además, muchos se quejan de la naturaleza repetitiva de las misiones.
Eso es suficiente para que muchos descarten la idea de comprar o continuar el juego.
Yo no estoy aquí para decirles que lo compren, Ubisoft no me paga ni la cuarta parte de un centavo y, además, ya tengo más que suficientes amigos con quienes jugar. Lo que sí puedo decir es que lo prueben (si no lo hicieron con la beta que, por cierto, atrajo a 6.8 millones de jugadores).
Ghost Recon: Wildlands me gusta mucho. Lo disfruto cuando juego solo (llevo 18 horas así) y también disfruto mucho jugando cooperativo (25 horas). Es cosa mía, pero siempre me gusta tener cosas que hacer dentro de los videojuegos, eso me da un sentido de inmersión y siempre puedes aprovechar la cercanía de algunos puntos de interés sin descubrir mientras ayudas a otros amigos ponerse a la par contigo y la historia.
Como dije, la física de los vehículos no es muy buena pero yo disfruto manejar. Incluso es parte de mi función cuando juego con mis amigos. Pasa lo contrario con volar; no me gusta, mientras que a otros sí, y lo hacen sin problema.
La satisfacción de tener roles, de jugar en equipo, la comunicación, las estrategias, el ensayo-error. La satisfacción de ir desmantelando un cartel que, en principio, parecía omnipotente. Causar estragos y saber que estás causando una reacción en El Sueño. Descubrir todo un mapa abierto a docenas y docenas de posibilidades.
Hay que aceptar que no todo es perfecto, pero también hay cosas que no tienen precio. Sonrío ante la posibilidad de que me quedan más de 40 horas extra de juego y sé que mis amigos también sonríen. Cosas así no tienen precio. Hasta ahora, dinero bien gastado.