Christopher Nolan, director de películas tan aclamadas como Inception y la trilogía de The Dark Knight busca superarse a sí mismo con una ambiciosa película de ciencia ficción, Interstellar.

Se estrenó en noviembre del 2014 y ganó un Premio de la Academia por los efectos visuales. Fue escrita por el mismo Nolan con la colaboración de su hermano Jonathan. Contó con un presupuesto de 165 millones de dólares y tiene una duración de 169 minutos (casi tres horas).

Interstellar está ubicada en el futuro cercano, en un planeta Tierra que experimenta drásticos cambios climáticos, poca comida y a la esquina de la extinción. Se cuenta la historia de un grupo de exploradores que viajan al espacio en búsqueda de asegurar la supervivencia humana.

Cooper, nuestro protagonista y piloto de la nave, tendrá que tomar una difícil decisión -y vivir con las consecuencias-, quedarse con sus hijos o intentar salvar el mundo.

Ya sabemos que cuenta con una dirección y un guión de primera, el elenco tampoco desencanta y Nolan es conocido por trabajar con muchos de los actores con los que ha trabajado antes.
En Interstellar tenemos a Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Casey Affleck, John Lithgow, Wes Bentley, Michael Caine, Matt Damon, Topher Grace y la jovencita Mackenzie Foy.

A decir verdad, y aquí viene la parte en la que estaré en desacuerdo con casi todo el mundo, Interstellar no me sorprendió. Me dejó esperando más y sí, tiene muchas partes buenas, sobretodo en la recta final del filme pero, a pesar de los grandes nombres, el desorbitante presupuesto, el Óscar bajo la manga y toda la sensación que causó en las primeras semanas de estreno, no será una película que recordaré con la emoción que recuerdo a Inception, la extraña nostalgia de Following, los grandes momentos de las películas de The Dark Knight y lo sorprendente que -aún 15 años después- es Memento.

Puede que me afecte la extensa duración de la película, puede que me afecte que nunca he sido muy fanático del espacio exterior y toda esa temática… Puede que me afecten otros factores, mi opinión es clara y no cambiará.

A pesar de todo, fue una buena aventura y puedo entender perfectamente cómo a cientos de miles de personas les encantó.

Véanla si no lo han hecho, no permitan que mis palabras les evite lo que sería un buen recorrido. En este post, hablo por la minoría.