Hay películas que llegan en un momento ‘apropiado’. Películas que tratan temas como infecciones, contagio y cuarentena. Me gustaría saber qué tanto hemos escuchado palabras como éstas durante el 2020. Les puedo asegurar que las volverán a escuchar en Sea Fever.
Una estudiante de biología -que analiza patrones de comportamiento en la fauna marina- navega con un grupo de pescadores hacia el mar abierto. Una vez en alta-mar se percatarán de que algo anda mal y la supervivencia será el próximo paso.
Estoy siendo vago con los detalles adrede. Es mejor que no saber mucho de la trama. Y, como es usual, siempre recomiendo no ver trailers siempre que lo pueden evitar.
Sea Fever -que se estreno el 5 de septiembre en el Toronto International Film Festival– fue escrita y dirigida por Neasa Hardiman (Jessica Jones). Al ser un filme irlandés, cuenta con las actuaciones de un elenco poco conocido en este lado del mundo, nombres como Hermione Corfield, Jack Hickey, Dougray Scott, Connie Nielsen y Ardalan Esmaili, quienes logran una buena química y un aceptable trabajo dentro de sus respectivos roles.
Considero que Sea Fever es una buena película, mas aun no excelente. Creo que se sabe qué esperar de ella y, con unos 90 minutos duración, no se siente como una pérdida de tiempo (en caso de que seas un crítico más objetivo). Es bastante tensa por partes y, a pesar de considerarse un slow-burn, acapara toda tu atención, prácticamente de principio a fin.
Aunque entienda que no aporte mucho al género (ciencia ficción con elementos de horror), no me arrepiento de verla.