Gracias a Stephen King, las cuentas de Instagram relacionadas a libros que sigo mayormente son moderadas por personas fanáticas del género horror. Debido a ésto, recibo una considerable dosis de recomendaciones indirectas, a pesar de que mi lectura abarca prácticamente todos los géneros.
Paul Tremblay es un autor que ha rondado por mi feed desde que la aclamada A Head Full of Ghosts tomó auge hace unos meses (aún siendo publicada en el 2015). The Cabin at the End of the World no fue excepción. Plagó mi feed semanas antes de publicarse, con opiniones positivas, fotos creativas y halagos a la prosa del autor.
The Cabin at the End of the World se publicó el 26 de junio del 2018 y es la sexta novela de Tremblay.
Wen es una niña de descendencia oriental, adoptada por sus dos padres (Daddy Andrew y Daddy Eric). Con apenas casi ocho años de edad, Wen es bastante inteligente, curiosa y observadora. Se rige por las reglas, pero también sabe doblegarse un poco. Un claro ejemplo de ésto es cuando, mientras ella juega capturando saltamontes, aparece Leonard, un joven alto y obeso pero de sonrisa cálida y ojos amables.
La niña juega en frente de una cabaña vacacional en el norte de New Hampshire, no muy lejos de la frontera canadiense. Paz y tranquilidad, nada de tecnología ni vecinos molestosos. Un espacio escogido por sus padres para alejarse de la rutina mundana.
Wen no está supuesta a hablar con extraños, pero Leonard emana bondad y se ofrece a capturar saltamontes con ella. Después de una amena -pero cuidada- conversación, aparecen tres jóvenes más, con vestimentas similares a la de Leonard, y es en ese preciso momento cuando éste dice:
«None of what’s going to happen is your fault»
Los tres jóvenes cargan unos utensilios aparentemente hechos en casa, muy parecidos a armas.
«Your dads won’t want to let us in, Wen. But they have to. We need your help to save the world.»
A partir de estas palabras la novela arranca con tal frenesí que se extiende hasta la mismísima página final.
The Cabin at the End of the World es una novela de suspenso y horror. Narra una historia apocalíptica utilizando el Home Invasion como gatillo.
Con un elenco controlado, Tremblay tiene toda la libertad de hacer fluir su historia aunque, debo admitir que, por momentos, abusaba de las descripciones. Por suerte, creo que es la única queja que tengo de su prosa.
Los personajes, en su gran mayoría, son memorables y puedo decir que ‘saltan de la página’. Daddy Andrew y Daddy Eric se sienten de carne y hueso, sus reacciones y acciones son creíbles y humanas. Podría decir lo mismo de Wen, pero a veces se me hace difícil creer algunas posturas en una niña de siete años.
Los antagonistas, en su propia forma, están bien trazados y aunque la mayoría de lectores puede que no esté de acuerdo con sus acciones, a veces nos harán dudar.
The Cabin at the End of the World es una novela que se lee bastante rápido y pareciera que tengo pocas quejas sobre ella. Puede que sea verdad pero, aún así, no me atreví a darle la puntuación máxima debido al clímax de la historia.
Es algo de lo que no hablaré por obvias razones pero la ambigüedad de la misma hace que la experiencia de cada lector sea única y, por ende, fácil de conversar y debatir.
Puede que The Cabin at the End of the World no sea mi libro favorito, pero es uno que recomiendo a cuatro vientos y uno que me gustaría discutir cuando lo concluyan.
Ya que esta es la primera novela de Paul Tremblay que disfruto, prometo leer A Head Full of Ghosts muy pronto.