No tengo nada en contra de las comedias pero, honestamente es el género que escogería de último a la hora de decidirme por una película.
Vi Central Intelligence gracias a mi hermano menor -y su afición por las comedias-.
Central Intelligence se estrenó en el 2016 y cuenta con actuaciones de Kevin Hart y Dwayne «The Rock» Johnson. Se podría indicar que la antagonista está delineada por Amy Ryan y tendremos ‘cameos’ a manos de Jason Bateman y Aaron Paul.
Con el pasar de los años, los papeles de los dos protagonistas se verán invertidos; Bob Stone (Dwayne Johnson) era un extraño chico que sufría de obesidad mórbida, era la burla de toda la escuela y, después de un incidente particular, decide huir y desaparecer.
En cambio, Calvin Joyner (Kevin Hart), conocido como The Golden Jet era la sensación de la escuela. Sobresaliente en los deportes y en las notas académicas, destinado a ser el más exitoso y tener el futuro más brillante de todos. Aparte de tener un noble corazón y ayudar a Bob Stone en el momento de su mayor vergüenza.
Adelantamos el reloj veinte años y tenemos a Calvin, insatisfecho con su trabajo como contador y, a pesar de casarse con su high-school sweetheart, podría decirse que insatisfecho con su vida en general.
Para nada ayuda la venidera reunión con sus antiguos compañeros de secundaria, donde todos podrán entrever que su vida no ha salido como se esperaba.
Días antes de la reunión, Bob Stone (antes conocido como Robbie Weirdicht) contacta a Calvin por medio de Facebook y lo invita a tomarse par de tragos.
Para la sorpresa de Calvin, Robbie está irreconocible: alto y musculoso aunque aún con algunas inseguridades personales.
Una serie de eventos -que no discutiré aquí- hacen que Calvin se entere de que Bob está siendo perseguido por la CIA. Calvin se verá mezclado en acontecimientos de los que no quiere formar parte.
Central Intelligence, a pesar de ser una comedia, tiene elementos de intriga y acción. Una mezcla bastante favorable y que ayuda al ritmo de la película que, por cierto, ronda por unos 107 minutos.
El filme obtuvo reseñas mezcladas, típico para el género. Con puntuaciones de 6.3 en IMDB, 69% en Rotten Tomatoes y 52 en Metacritic, se determina con mayor amplitud la recepción de la película.
Yo, particularmente, le otorgaría un 6.5 -con inclinación a un 7-. Considero que la película brilla por la relación entre Kevin Hart y Dwayne Johnson. Sin importar los elementos acostumbrados en la trama, es esa relación que empuja una calificación positiva. También abundan los cameos y las referencias, son pequeños detalles que disfruto.
Puedo asegurar, sin duda alguna, que vería otra colaboración entre Hart y Johnson.