Aparentemente me he trazado una inexistente meta de ver todas las películas de John Cusack disponibles en el catálogo de Netflix. Admito que él es uno de mis actores favoritos aún cuando sus películas no son de gran trascendencia. Hoy me tocará escribir un poco sobre The Factory, un filme que se inspiró en hechos reales.

Morgan O’Neill («Solo», «Drift») escribió y dirigió la película, la cual se estrenó en el 2012, a pesar de estar filmada desde el 2007. Y, junto a Cusack, se contó con un aceptable elenco. Actores más conocidos gracias a populares series como Jennifer Carpenter («Dexter», «Limitless»), Mae Whitman («Parenthood»), Sonya Walger («Lost»), y Dallas Roberts («The Good Wife», «The Walking Dead»).

The Factory sigue la historia de dos detectives que investigan un complicado caso, en el que un asesino en serie acosa a adolescentes prostitutas por las fechas de invierno. El detective Mike Fletcher luego descubre que su hija, siendo confundida por una prostituta, acaba en las garras del villano. Fletcher, junto a Kelsey Walker, no descansarán hasta dar con la jovencita y detener al malhechor de una vez por todas.

Disfruté mucho de The Factory, tiene buen ritmo y aceptable duración (104 minutos). La trama es un poco cliché y siento que algunos de los actores de ésta película están repitiendo papeles, pero el desenlace es sumamente inesperado, aún con las pistas que fueron arrojadas desde el principio.

Los detalles técnicos y la edición estuvieron bien logrados y sí, la película se siente un poco vieja, pero es por lo que mencioné anteriormente; fue filmada en el 2007 y estrenada cinco años más tarde.

También mencioné que fue inspirada en hechos reales. Puede que sea verdad, pero creo que esa ‘inspiración’ fue mínima. La película grita ficción en todas direcciones.

Volviendo a las escenas finales, hay mucha discrepancia entre aquellos que vieron el filme. A muchos les encantó, a otros no tanto. A mi me gustó, pero admito que no fue perfecto. Además, la idea de hacer ese final le quita toda predictibilidad a la película, y eso es un punto a favor.

Disfruté mucho de The Factory, pero no es una película que recomendaría a altas voces, pues hay muchas que rondan por el mismo género y tienen una calidad muy superior.