Pocos desconocen lo que las palabras «El Clásico» significa para los fanáticos españoles y para los fanáticos de todo el mundo.
El Clásico. Un evento que se vive dos veces al año, dos veces por temporada. Un encuentro entre los dos titanes del fútbol español. El Real Madrid, mejor equipo del pasado siglo, líder en títulos y con una historia y trayectoria magnífica. Y el F.C. Barcelona, un fuerte competidor que se ha abierto camino en las últimas décadas, desafiando todo lo que ha obtenido el equipo de Madrid.
Entre cada uno de estos partidos hay un camino por recorrer. Al Clásico se llega como se puede.
Para el primer enfrentamiento, el 25 de octubre del 2014, el Barcelona llegaba después de empatar con un balanceado Málaga y luego de perder contra un fuerte PSG en la Champions League. Seguido de esos partidos, el equipo catalán recogió cuatro victorias contra equipos más débiles de La Liga (Granada, Eibar, Rayo) y un resultado cómodo en Champions League contra el Ajax de Holanda.
Ese despliegue después de dos resultados poco favorables no fue suficiente cuando visitaron el Santiago Bernabéu y fueron golpeados 3-1 a pesar de un gol tempranero de Neymar.
Media hora después, Cristiano Ronaldo empataría y, en el segundo tiempo, Pepe y Benzema darían vuelta al resultado y otorgarían la ventaja en la tabla de posiciones de una Liga que recién empezaba.
El Real Madrid propició una confianza que se había perdido después de recibir una paliza contra el Real Sociedad en la segunda jornada y luego perder la tercera jornada contra un confiado Atlético de Madrid, quien le había quitado la Super Copa de España apenas un mes atrás.
El Real Madrid terminó el año 2014 como era de esperarse, con un Ronaldo en óptimo estado y un equipo con hambre de igualar las hazañas de la pasada temporada.
El FC Barcelona acabó el 2014 de manera aceptable, dolidos por la derrota ante Celta de Vigo en noviembre y por el empate contra el Getafe en diciembre y con una delantera formidable pero, al momento, no tan asombrosa y, por supuesto, todos los ojos sobre Messi. El argentino se empezaba a conformar bajo la sombra del astro portugués, Ronaldo.
Suenan las campanas, un año nuevo. Un poco de descanso y a seguir con la temporada.
El Real Madrid arranca con un revés contra el Valencia y el FC Barcelona pierde a su vez contra un orgulloso Real Sociedad.
El Atlético de Madrid vence a su vecino en el primer esfuerzo de la Copa del Rey, para luego caer contra un fuerte FC Barcelona cuatro días más tarde. Poquito tiempo después terminan descalificando al Real Madrid de la Copa del Rey en la segunda vuelta, con un resultado global favorable. Al final del mes, el Atl. Madrid se verá descalificado de la misma copa por el FC Barcelona.
El 7 de febrero, el Atlético de Madrid hace hincapié en su superioridad contra el Real Madrid y le anota cuatro tantos, encajando ninguno, en un partido de Liga. Fue el único desliz del Real Madrid en febrero, pero sería una ligera predicción de cómo seguirían las cosas para el próximo mes.
Cristiano Ronaldo recibió su tercer Balón de Oro en enero, por sus extraordinarias hazañas en la temporada pasada y su frenético arranque en el último cuatrimestre del 2014.
Aparentemente, se le apagaron las luces cuando fue iluminado por los flashes en la ceremonia. A partir de ahí no ha podido, por más que haya intentado, ser el jugador que arrancó la temporada a un paso exageradamente efectivo frente al arco… Y quien más sufre es el equipo.
Con un inefectivo Ronaldo y unas considerables bajas por lesión, el Madrid abre el mes de marzo empatando contra el Villareal y perdiendo contra el Athletic Club. Luego defienden su posición en la Champions League, perdiendo contra un Schalke 04 superior, pero pasando a la siguiente ronda por resultado global a su favor.
Vencen al Levante cinco días después y, una semana más tarde, visitarán el Camp Nou del Barcelona, algo abatidos.
Por el otro lado, después del revés contra el Real Sociedad, el Barcelona se inspira en un Messi versión androide, un incansable Luis Suárez, un Neymar que suele sorprender, rasgos del antiguo Piqué, el liderazgo de Iniesta y el talento de Rakitic. Con todos los engranajes en posición, el Barcelona arrasa contra todos sus oponentes, en todas las competiciones y llega a la fecha de El Clásico sin perder en La Liga, descalificando al Atlético de Madrid y al Villareal de la Copa del Rey y dejando atrás al Manchester City en la Champions League. Llegan líderes de La Liga, arriba por un punto y Messi llega líder en goles, con 32 (Ronaldo con 30 y Neymar 17, siendo los más cercanos). También líder en asistencias, con 14 (Ronaldo 11 y varios con 9).
El Barcelona es favorito absoluto, pues vienen en mejor forma, juegan en su casa, con la afición en favor y el ambiente dispuesto a darlo todo por una victoria.
El Real Madrid baja al equipo catalán de las nubes desde el primer minuto. Jugaron con su mejor versión y el Barcelona se notaba perdido y desgastándose minuto tras minuto. El Barcelona estaba siendo asfixiado por los jugadores merengues, intentaban mover el balón con transiciones largas y apartadas, pues estaban incómodos en el juego corto y en la salida con los mediocampistas.
Los merengues, por su parte, se veían cómodos, controlando el tiempo y el balón. El Barcelona hacía lo mejor que podía con los estrechos espacios que permitían los de Madrid.
Para sorpresa de todos, el primer gol lo anota el equipo catalán… A balón parado.
Messi coloca la pelota en el área y Mathieu anticipó a Ramos para abrir el marcador. El reloj marcaba 19 minutos. Mucho camino por recorrer, mucho por aguantar.
12 minutos más tarde, Ronaldo empataba (¿déjà vu?). Mientras él se señalaba su pecho para festejar y pedía calma y silencio al Camp Nou, el fútbol señalaba a Benzema como el responsable del empate. Un Benzema completo, inspirado, que no necesitó marcar para recibir elogios.
Suena el pitado para el Medio Tiempo y el Barcelona sabe que ha sufrido y deberá buscar estrategias para no sucumbir. Hasta con un empate salen en ventaja, pero saben que su afición quiere más… ellos mismos quisieran más.
El Barcelona salió al campo jugando mejor en el segundo tiempo pero el Madrid no daba treguas. El tercer gol del encuentro cayó a favor del Barcelona cuando más lejos estaban. Un pase magistral de Dani Alves y una terminación exquisita de Luis Suárez otorgan la ventaja.
Los catalanes tuvieron más oportunidades que no pudieron concretar y los merengues bajaron la intensidad. El pitado del final da la victoria al Barcelona.
Falta mucho para la conclusión de la temporada y la Liga BBVA es más pareja, no solo en la pelea por el título, sino también con equipos que están dispuestos a colarse en el camino de los grandes, como el Valencia, Sevilla y Villareal.
Todavía restan partidos importantes dentro de las competiciones europeas y el correspondiente desgaste que provoca. El calendario del Barcelona aún le marca compromisos ante Sevilla y Atlético y el ‘Derbi Catalán’ en casa del Espanyol.
Al Real Madrid le espera un cierre complicado contra equipos como el Sevilla, Valencia y Espanyol en tres de las últimas cuatro fechas.
«El Clásico» le da ventaja en puntos al FC Barcelona aunque da confianzas de un mejor y más consistente Real Madrid. Falta mucho por jugar y en el fútbol nada está escrito. Por ahora, 4 puntos es una buena ventaja para los blaugranas.