Vi Hard Candy por primera vez en el 2005, precisamente el mismo año en que salió al público. Puedo asegurar que la he visto al menos cinco veces más y, ahora que la vi recientemente por una nueva vez, me animo a escribir un poco sobre ella.

Es el primer largometraje de David Slade, quien después pasó a dirigir episodios de Breaking Bad y Hannibal y películas como 30 Days of Night y Twilight: Eclipse.

También me atrevo a decir que fue la película que ubicó a Ellen Page en el foco de los críticos y el público en general, y que la catapultó al semi-estrellato que la ayudó a trabajar posteriormente en buenos filmes tales como Juno y An American Crime. La actriz fue escogida entre 300 jóvenes que audicionaron para el papel.

Junto a Page, contamos con Patrick Wilson y breves roles de Odessa Rae y Sandra Oh (Grey’s Anatomy).

Hard Candy presenta una cruda historia donde una adolescente de 14 años sospecha de un posible pedófilo e intenta extraer una confesión con maneras poco convencionales.

El guión fue escrito por Brian Nelson, el presupuesto se mantuvo por debajo del millón de dólares y la película se filmó en apenas 18 días.

Hard Candy es una muy buena película, se disfruta fácilmente aún la veas más de una vez, la actuación no es 100% perfecta, aún así es excelente; tiene muy poca música, pero no hace falta; la tensión es palpable, el ritmo es frenético, los diálogos precisos y memorables… Sin duda alguna la podría ver otra vez.