Para quienes no saben, La Torre Oscura es una serie de siete libros que narra las aventuras de Rolando y sus compañeros en su búsqueda de la Torre Oscura, además de los siete libros hay otras historias y relatos que se unen a esta travesía, así como otras novelas cuyos personajes y situaciones se pueden llegar a ver mezcladas en la aventura.

Usaré las palabras del mismo Stephen King:

He escrito las suficientes novelas y narraciones cortas como para llenar todo un sistema solar de imaginación, pero la historia de Rolando es mi Júpiter, un planeta que empequeñece a todos los demás (por lo menos, desde mi punto de vista), un lugar de extraña atmósfera, fantástico paisaje y bárbara fuerza gravitatoria. ¿He dicho que empequeñece a los demás? Creo que en realidad se trata de algo más que eso. Estoy empezando a comprender que el mundo (o los mundos) de Rolando encierra en sí todos los demás que yo he creado; existe en el Mundo Medio un lugar para todos, ¿y por qué no? El Mundo Medio estaba primero, antes de que aparecieran ellos, soñando bajo la azul mirada de los ojos de cazabombardero de Rolando.

Ahora bien, al ser una novela central en una serie, puedo decir que no tiene un principio y tampoco tiene un final… La novela arranca exactamente donde termina la 3ra novela «La Torre Oscura III: Las Tierras Baldías», con Rolando, Eddie, Susannah, Jake y Oy (Acho en castellano) viajando dentro del monoraíl Blaine.

El comienzo de la novela es bastante entretenido y emocionante (más si te gustan las adivinanzas como a mí), sucede que Blaine el Mono (sí, un tren que habla… aunque realmente es más bien un ente, un fantasma tecnológico con problemas «mentales») promete estrellarse y llevar a todos a la muerte si el ka-tet (grupo) de Rolando no da con una adivinanza que él (Blaine) no pueda descifrar.

Cuando el peligro remite, el ka-tet de Rolando se ve más relajado, pero Rolando parece estar reprimiendo algo… Una historia que debe contar para poder seguir hacia adelante.

Y es aquí donde viajamos en el tiempo… Rolando con 14 años de edad, un ka-tet distinto y una misión muy alejada a la actual, pero la que da inicio a todo lo posterior… Todo gracias a una bola de cristal.
Rolando cuenta una historia del viejo oeste; de pistoleros, corrupción y engaños, mezclado con el suspenso de lo sobrenatural y desconocido… Pero también narrará uno de los eventos más importantes en su vida. Su primer amor, Susan Delgado.

King admitió que se le hizo difícil empezar a escribir este libro:

Sabía que escribir La Bola de Cristal significaba regresar a la juventud de Rolando y a su primer amor, y la historia me daba miedo. La intriga es fácil, por lo menos para mí; el amor me resulta más difícil. Por eso me demoraba, contemporizaba, daba largas y el libro no se escribía.

La Torre Oscura IV: La Bola de Cristal es un buen libro, bastante extenso y muy rico en detalles. Al tratarse de un acontecimiento pasado creeremos que nada aporta a la aventura actual de los protagonistas pero, cuando Rolando termina la historia, nos daremos cuenta que era un empuje, unos pasitos hacia atrás necesarios para dar un gran salto y poder continuar la larga travesía.

Conoceremos muchas cosas sobre Rolando -el protagonista principal- que nos dará un mayor conocimiento del porqué él es como es. Conoceremos algunas cosas sobre su familia, sus antiguos amigos y su primer -y presuntamente único- amor.

Una buena historia, un libro bien escrito (como es de suponer cuando se trata de Stephen King). Quizás no es el mejor de la saga (entre los que he leído) pero tampoco es un desperdicio.

Ya hace años que King concluyó la aventura de Rolando pero, para mi es apenas otro paso que doy tomado de las manos de Rolando y sus compañeros… Para mi la Torre Oscura está más cerca.