Así cuando la película es tan mala que ni sabes qué escribir, así estoy yo en estos momentos con Homecoming.

Morgan J. Freeman (no confundir con el gran Morgan Freeman) dirige esta película, teniendo a la cabeza jóvenes actores, entre ellos Mischa Barton, Matt Long, Jessica Stroup y Michael Landes, y contando con un bajo presupuesto de apenas 1.5 millones de dólares aproximadamente.

Homecoming es una película de obsesión, amor frustrado y lo lejos que puede llegar la ex-novia de un joven en contra de su novia actual.
Mike es la estrella del equipo de Football (americano) de un pueblo pequeño que vive y respira el deporte. Mike debe marcharse del pueblo cuando recibe una beca universitaria dejando todo atrás y no sin antes romper con su novia, Shelby. Pasa un tiempo y, para navidad, Mike regresa a su pueblo con su novia actual, Elizabeth – una chica rica de Chicago. Shelby, obsesionada con Mike, quiere a Elizabeth fuera de juego lo más pronto posible en su plan de reconquistar a su ex-novio.

La actuación no es tan mediocre, pero aún así deja mucho que desear. Mischa Barton encarna a la ex-novia obsesiva cuyos métodos sádicos son apenas el principio de su tedioso plan de reconquista.  Matt Long es el novio que de nada se entera mientras todo pasa debajo de sus narices. Jessica Stroup es la víctima y creo que la mejor actriz del montón y Michael Landes, cuyo personaje y vestimenta fue directamente sacado de «Final Destination 2″, repitiéndose a sí mismo, por así decirlo.

Se podría comparar con películas como «The Roomate«, «Obsession», «Chloe», «Misery», «Disturbia», «Fatal Attraction» y las demás que vayan por esa onda. La diferencia es que todas las que cité son superiores en casi todo aspecto.

Y, por supuesto, las opiniones son variadas; he leído por ahí de personas a quienes le gustó mucho, otras simplemente la disfrutaron y otros -como yo- la consideraron una pérdida de tiempo.