Ya pasó la Semana Santa (y si, yo sé que este post ha llegado un poco tarde). Siempre digo «más vale tarde que nunca».
Semana Santa en República Dominicana.
Vivo en Santiago, aproximadamente en el centro de la Isla. Como es lo usual, cientos de personas salen de la ciudad hacia las zonas costeras e incluso fuera del país: Puerto Plata (Cabarete, Sosua), Rio San Juan, Samaná (Las Terrenas), Bávaro, etc.
Este año yo, mis hermanos y algunos de mis amigos fuimos parte de la excepción. Aunque mi familia si se tomó su merecido descanso, nosotros decidimos quedarnos y dedicar la semana al descanso en casa y, mayormente, al deporte; específicamente Softball y Soccer (tal y como lo indica la foto).
Estar solos en casa, cocinar (y fregar), pasar tiempo de calidad con los hermanos y amigos, mantenerse comunicado con la novia, ver el cambio repentino del clima… para todo lo demás existe Mastercard 😛
Fue una grandiosa semana, aunque pasó muy rápido, le quiero dar las gracias a aquellos que hicieron que fuera excelente, empezando por mis hermanos: Giovanni y Luis Ángel, seguido de mis amigos Ronny Arias, Joel Torres, Ronald Quezada, Darwin Zapata, Guido Flores, Eduardo Infante, Fausto Marrero, Ricardo Miguel Felipe García, Ariel Rozón, Víctor Martínez, Lende Xavier Bonilla, Ángel Hernández… y todos los demás, incluyendo a Manuel, Héctor, Hemil, Fernando, Miguel, Sebastián… y, last but not least (de último pero no menos) a mi novia, Juliana Ochoa; que, aunque está súper lejos, supo como mantenernos comunicados, sintiéndonos muy cerca.
¡Gracias a Todos! …y no tenemos que esperar hasta la próxima Semana Santa para tener esos días de calidad 😉