Wes Ball se lanza como director de largometrajes con una encomienda bestial: la adaptación del libro «The Maze Runner» de James Dashner, publicado en el 2007. Wes Ball, hasta el momento, también está a la cabeza de la segunda parte (sí, es una trilogía), titulada «The Scorch Trials».
Noah Oppenheim, Grant Pierce Myers y T.S. Nowlin se encargaron de adaptar el guión y son los culpables de los cambios más significativos en relación a la obra.
The Maze Runner está protagonizada mayormente por jovencitos. Dylan O’Brien (Teen Wolf) encabeza la lista, seguido de Kaya Scodelario (Skins), Will Poulter («We’re The Millers») Blake Cooper, Ki Hong Lee, Aml Ameen y Thomas Brodie-Sangster (Game of Thrones, Phineas And Ferb). Patricia Clarkson, nominada al Óscar en el 2004 por su papel en «Pieces of April», es la presencia veterana dentro del film.
El soundtrack original de la película fue compuesto por John Paesano.
Tenemos a Thomas (Dylan O’Brien), un joven que no recuerda nada más que su nombre y quien llega a un misterioso lugar llamado “The Glades”. Tendrá alrededor de él a un grupo de jovencitos que alguna vez pasó por lo mismo; llegar a un lugar extraño sin conocimiento de prácticamente nada. Lo más impactante es que The Glades está justo en el centro de un gran laberinto en el que habitan seres extraños y el cual los Gladers aún no han podido descifrar.
Thomas se vuelve curioso y, desde el primer día, busca aportar ideas que lo puedan sacar de allí.
Imprevistas circunstancias tendrán a Thomas dentro del laberinto en plena noche, que es cuando salen los Grievers…
Nadie ha sobrevivido una noche en el laberinto…
Después, llegará una jovencita (Kaya Scodelario) a The Glades y trae con ella un mensaje aterrador…Todo irá cambiando y Thomas y los Gladers deben intentar recordar al menos fracciones de su pasado, además de correr, sobrevivir e intentar resolver el laberinto.
Desde el minuto uno nos sentimos transportados a The Glades, nos hacemos dueños de la confusión de Thomas y, a medida que transcurre el tiempo y nos presentan nuevos detalles, ya estamos totalmente adentrados en las situaciones plagadas de adrenalina y suspenso.
The Maze Runner presenta muchos cambios a la hora de compararse con la obra, pero más bien son grandes cambios a pequeños detalles. La actuación no es nada del otro mundo, Kaya Scodelario fue la más débil; su cara inexpresiva me recuerda mucho a Kristen Stewart. Dylan O’Brien no estuvo tan mal y debo hacer mención especial al pequeño Blake Cooper, definitivamente ES Chuck. Will Poulter hace un buen papel de antagonista, un rol muy distinto del que lo vimos en «We’re The Millers».
The Maze Runner me gustó mucho, leí el libro antes de ver la película y estuve satisfecho (aún con los cambios). No puedo negar que quedé con ganas de saber qué pasará a continuación (aunque decidí leer el segundo libro para cuando la fecha de estreno de la próxima película esté más cerca… tentativamente octubre 5, 2015).
Como punto negativo, aparte de la actuación de Kaya Scodelario, debo admitir que no me encantó el producto final de los Grievers. Quizás dejé mi imaginación volar y/o no entendí las descripciones del libro, pero me los imaginé diferentes.
Esta adaptación dista mucho de ser perfecta pero es una película que se puede disfrutar altamente. Con una actuación pasable, entretenidas escenas de acción, un buen misterio, música a galope y un cliffhanger que te dejará con ganas de más, The Maze Runner es un acierto taquillero… Aunque sea para pasar el rato.