A la hora de escribir siempre he tenido un problema, un problema al que el mismísimo Stephen King le ha dado nombre -porque él también lo padece- «Diarrea en el Procesador de Palabras». Me explico, cuando quiero expresar algo pienso en una longitud promedio: 100 palabras, 500 palabras, 140 caracteres, etc. pero muy rara vez logro dar con la cantidad pensada, sino más.

Quise escribir algo a dos buenos amigos que hoy se unen en matrimonio, obviaré sus nombres reales porque ésto es público pero, quienes los conocen sabrán de quiénes hablo y eso es lo que importa. Les iba diciendo, quise escribir algo a dos buenos amigos que hoy se unen en matrimonio y pensé que con dos tweets resolvería el asunto… pero aquí estoy, dedicando una entrada especial para dos personas aún más especiales.

CFR y GD hoy están viviendo un día repleto de emociones; no podría imaginar lo que pasa dentro de esas cabezas, dentro de esos cuerpos. Quizás si mi hermanito me prestara sus libros de Química, Física y Biología podría entenderlo un poco mejor.
¿Cuántas percusiones se podrían grabar con los redobles de sus corazones? ¿Cuánta comida podría recalentarse con el calor de su sangre? ¿A cuántos pueblos se le podría dar luz con las chispas de sus neuronas?

Dicen que un buen día comienza con un taza de café, yo me atrevería a decir que este gran amor comenzó con una taza de café… ¿Y cómo un amor que empieza así no podría durar toda la vida? Imposible.

Mejor aún, esta pareja tiene a Dios como su centro… están destinados a cumplir lo que hoy se van a prometer. Amarse hasta que la muerte los separe… y lo harán brindándose cada uno días de calidad.

CFR, GD, los aprecio un mundo, siempre he sido fan del camino que emprendieron cuando decidieron tomarse de las manos y empezar a recorrerlo juntos. Hoy están superando una pared, una gran pared… Del otro lado estará el mismo camino y me alegra sobremanera saber que seguirán recorriéndolo más juntos aún.

Muchas Felicidades, hoy será el primer día de muchos… Y pronto compartirán -como esposos- la primera taza de café de muchas por venir.

Los admiro, los aprecio, los quiero… ¡Felicidades en su boda, Amigos!