Ambientada en años futuros, Equilibrium nos presenta la historia de una civilización cambiada, donde todo lo que nos recuerde el pasado es destruido, incluyendo libros, fotos, música y cualquier tipo de arte. Todo aquel que sea encontrado con algo de esto sería castigado con pena de muerte.
Peor aún, la civilización está exenta de sentimientos. Deben de inyectarse, cada cierto tiempo, una sustancia llamada Prozium que les permite estar inmunes a sentimientos y al tacto.
Aquí entra el clérigo John Preston (Christian Bale) un agente del gobierno encargado de destruir a todo aquel que viole las reglas. Un día olvida tomar su acostumbrada dosis de Prozium y, después de tocar ciertas cosas y volver a sentir emociones, decide ponerse en contra de lo que él mismo ayudó a construir.
Equilibrium es una película muy buena aunque no exenta de errores en la trama. Aún así, me gustó mucho y tuvo una premisa (aunque no original) muy buena para tratarse de diez años atrás.
Tenemos a Christian Bale como protagonista y, junto a él, un buen elenco que incluye a uno de mis favoritos: Sean Bean (quien duró, desafortunadamente, muy poco tiempo en pantalla).
Además, tenemos a Emily Watson, Angus MacFadyen y Taye Diggs, excelentes en sus interpretaciones.
Como decía, Equilibrium es una buena película, tiene su buena dosis de acción, algo fresca aunque poco creíble. Tiene una historia poco superficial y con un mensaje marcado, una atmósfera bien definida y un desenlace satisfactorio.
Además de todo esto, la película es fácil de ver y no es muy larga (107 minutos).
Si aún no la han visto y algún día sienten hambre de ver algo un poco diferente, Equilibrium es una buena opción.