Todos sabemos que las películas animadas suponen una pequeña fortuna para sus creadores ya que son productos que pueden ser disfrutados por una amplia masa de personas, empezando desde los más jovencitos y toda la familia.
Ice Age: Continental Drift es la 4ta parte de la serie, otra aventura del Mamut, el Perezoso y el Tigre Diente-de-Sable.
Todo aquel que ha visto alguna película de Ice Age conoce a la ardillita y su arduo esfuerzo por conquistar alguna avellana. Con una de estas graciosas escenas abre la película. En la persecución de Scrat se esconde el suceso que dividió los continentes y esto afecta a todos los personajes que ya conocemos y algunos nuevos que en esta entrega conoceremos.
Manny, Diego y Sid se separan de los demás mientras los continentes se van dividiendo y la tierra toma una forma aproximada de lo que es hoy.
En el caos, se encuentran con unos piratas nada amigables, liderados por el Capitán Tripas (Captain Gutt), cuya voz es brindada por Peter Dinklage («Game of Thrones»).
La trama es súper sencilla pero los gráficos -como es usual- no decepcionan, lo visual es maravilloso; los tonos, los colores, efectos, ambientes, etc. El 3D no es de lo mejor, pero da un toque de inmersión muy bueno y realista, sobre todo la gran masa de agua.
La película es muy corta -unos 88 minutos- y a mi, personalmente, me gustó más la tercera entrega.
Ice Age: Continental Drift es una aceptable adición a una franquicia que dudo parará ahora.