En este año 2012, tres viernes caerán un día 13: en Enero, Abril y Julio. En total, tendremos tres Viernes 13 y el primero ya pasó. Ese día (al igual como pretendo con los posteriores) decidí ver algo de horror. En mi catálogo encontré una que había dejado pasar, el remake de «A Nightmare on Elm Street».
Para los que no sepan, este título es el que le da vida al famoso Freddy Krueger, un despicable ser que aparece en los sueños de las personas convirtiéndolos en pesadillas. Si mueres dentro de estas pesadillas, igualmente morirás fuera de ella.
El trasfondo de este personaje y su historia se dan a conocer mientras transcurren los minutos de este film, mientras se apodera de los sueños de sus víctimas y los hace prisioneros de su indomable vigilia.
Recuerdo cuando era pequeño, podía ver los films de Jason sin ningún problema pero, en cambio, a Freddy Krueger se me hacía muy difícil de soportar gracias a la temática de las pesadillas que, al parecer, funcionaba muy bien en contra de mi inmaduro inconsciente.
En esta adaptación no tenemos al acostumbrado y conocido Robert Englund como Krueger sino a Jackie Earle Haley, quién cómodamente ganó este rol después de su interpretación como Rorschach en la película adaptada del cómic, «Watchmen». Es una diferencia bastante apreciable y, aunque Haley es un buen personificador, prefiero a Englund para este papel.
Entre los personajes que interpretan a las víctimas de Krueger se destaca Rooney Mara, cuyos dotes de actuación superan a las tradicionales para este tipo de películas. Junto a ella Thomas Dekker y Kyle Gallner, quienes se desempeñan bien pero no muy lejos de lo que usualmente interpretan, ejemplo Dekker en la serie ‘The Secret Circle’ y Gallner en ‘Jennifer’s Body’ pero claro, ambos con más protagonismo.
Hablando de la película en si, tiene efectos pasables al igual que la música. La actuación no es desastrosa como es acostumbrado en películas de horror. Aún así, el film es corto -unos 90 minutos- y nos da la sensación de que es más larga. Por partes puede aburrir y el estrés (ese sueño) que sufren los protagonistas por no dormir se nos puede transferir a nosotros. Además, la voz de Krueger es desastrosa y distrae.
La verdad es que no recomiendo esta película, al menos que admiren esta antigua franquicia o quieran ver los dotes de actriz de Rooney Mara o tengan extrañas obsesiones como ver películas de horror cada viernes 13. Si esperaban algo más de lo clásico estarán decepcionados casi totalmente, esto no es más que un slasher de secundaria con un poco de trama predecible. 5/10