No sería muy descabellada la teoría conspiracional de que la primera parte del 2020 estuvo planeada por Nintendo. Animal Crossing: New Horizons salió al público el 20 de marzo y, aunque todos los lugares afectados por el Covid-19 tomaron decisiones independientes y en fechas distintas, la mayor parte del estado donde resido puso a la población en cuarentena ese mismo día.
John Steinbeck dijo en su aclamado libro East of Eden: «It’s a hard thing to leave any deeply routine life, even if you hate it». Y creo firmemente que en esto yace el éxito del videojuego.
Animal Crossing: New Horizons es un juego de simulación social disponible para Nintendo Switch. En ACNH te mudan a una isla desierta donde deberás llevar a cabo distintas tareas como plantar árboles y flores, recoger frutos, atrapar insectos, pescar, excavar fósiles, interactuar con tus vecinos animales y muchas cosas más. El endgame consiste en hacer tu isla prosperar a tu propia manera y estilo, pues dos islas de dos distintos jugadores nunca será igual.
Quien te lleva a la isla es Tom Nook, a quien deberás ir pagando incrementos de bells (la moneda del juego) ya que es él quien te irá acomodando. Pasarás eventualmente de una tienda de campaña a una casa a la que, poco a poco, se irá agregando habitaciones y detalles personalizables. Podrás amueblar tu casa (y tu isla) con mobiliario que se pueden encontrar en la tienda del juego y en islas de otros jugadores.
El gancho del videojuego está en el reloj. Utilizando la misma hora en la que está configurado tu Nintendo Switch, ACHN ata tareas, eventos y visitas al reloj y calendario, motivando a jugadores a encender su consola prácticamente todos los días y en diversos horarios.
Por ejemplo, los famosos nabos (o turnips). Daisy Mae visita tu isla cada domingo (llega a las 5am y se va al mediodía), tienes esa ventana de tiempo para entrar al juego y comprar nabos, los que tratarás de vender en la tienda durante la semana. Nook’s Cranny, la tienda del juego, te ofrece -a partir del próximo día- dos precios distintos, un precio en la mañana (8am a mediodía) y un precio en la tarde (mediodía a 10pm), ésto prácticamente te obliga a encender tu consola todos los días, al menos dos veces al día.
De igual manera, diferentes insectos y peces hacen aparición durante distintas horas del día y a esto hay que añadirle el cambio de meses y estaciones, que trae consigo nuevos eventos y nueva fauna.
ACHN te recompensa aún cuando juegues sesiones de 30 minutos dos veces al día.
Y es aquí donde hago hincapié a la rutina, la cuarentena y al éxito del juego. La pandemia obligó a millones de personas a encerrarse en sus casas durante meses, sacándonos de la rutina diaria de trabajar y hacer diligencias. No es sorpresa que esto cree en la población ansiedad e incertidumbre, pues un adulto que funcione normalmente dentro de la sociedad no está acostumbrado a tanto tiempo de aislamiento.
ACNH te invita a disfrutar de un nuevo tipo de rutina y el juego llegó en el momento adecuado. Hacer bells mientras vendes las frutas que recoges, los bichos que atrapas y los resultados de pesca es algo un poco tedioso, mas aún cuando el resultado es lento y sientes la presión de pagar millones de bells en deudas a Tom Nook.
Al final del día, ACNH es un juego y, como tal, acabas disfrutando aún cuando sientes que el progreso es lento… ¿O hay alguna manera de acelerar el proceso?
Pues, opciones como time-travel (controlar el reloj interno de la consola para sacar provecho al juego─lo que puede considerarse como un tipo de trampa); jugar con muchos amigos, lo que te ofrece un universo de posibilidades (más tiendas para visitar, comprar y vender nabos) y la existencia de tiendas virtuales como Nookazon, la que te permite interactuar con un mar de jugadores con los que puedes intercambiar ítems del juego. Todas estas opciones añaden capas a un juego que ya es bastante extenso para empezar.
Adquirí ACNH casi tres semanas después de su lanzamiento, cuando ya estaba seguro que la cuarentena sería por meses y no semanas como se había establecido en un principio. Las redes sociales estaban inundadas con información, fotos, gifs, videos y memes. Y, como fan de Stardew Valley, me interesaba otro juego con un estilo similar.
Más de 250 horas de juego después, puedo decir que Animal Crossing: New Horizons ya está perdiendo la magia inicial. Todos queremos eventos nuevos y opciones que aumenten su calidad de vida (pues el juego no es perfecto). Aún enciendo mi consola diariamente, pero las sesiones son mucho más cortas. El próximo mes añadirán más cosas y puede que mis sesiones aumenten, pero también puede que no. La rutina principal (el trabajo y las diligencias) ya están de vuelta pero, cuando mire al pasado y piense en Covid-19 y en la cuarentena, pensaré en Animal Crossing como un paréntesis casi perfecto.
Estoy de acuerdo con que el juego ha pedido un poco de brillo con las semanas y la vuelta al trabajo, pero aún siento que tengo tanto por hacer. Demasiado espacio virgen para diseñar, tomará tiempo. 😊