John Grisham es un conocido autor de thrillers legales, un subgénero en el que los personajes principales son abogados y donde se utiliza el sistema legal como una fuerza que empuja la trama.
Grisham ha escrito libros populares dentro de este género, entre ellos, «A Time to Kill», «The Firm» y «The Rainmaker».
Hace poco leí una de sus novelas más recientes, «Gray Mountain«.
Pero también, como la mayoría de los autores que escriben alrededor de una sola temática, Grisham ha escrito historias que se distancian de su zona de confort.
Novelas como «A Painted House» y «Skipping Christmas» y otras más orientadas al deporte como «Bleachers», «Playing for Pizza» y «Calico Joe». De ésta última les hablaré en esta entrada.
Calico Joe es una novela corta (unas 200 páginas) que se publicó en abril del 2012 y que narra una historia de familia, decepción, perdón y baseball.
En la temporada del 1973, los Cubs suben al prospecto Joe Castle desde AA al equipo de Grandes Ligas, después que Jim Hickman (primera base de los Cubs) sufriera una lesión en la espalda. El inicialista del equipo de Wichita (AAA) también había sufrido una lesión, por lo que la decisión más lógica era llamar al joven Castle… También resultó ser una buena acertada.
Joe Castle empezó muy bien, batiendo récords que parecían imposibles para un novato y ayudando al equipo a ganar y escalar posiciones en la tabla. Castle, juego tras juego, se iba convirtiendo en un ícono, no solo para los fanáticos de los Cubs, sino para toda Norteamérica.
Paul Tracey -quien narra la historia 30 años después de los acontecimientos- es hijo de Warren Tracey, un lanzador de los Mets. Como todo jovencito, Paul ya empezaba a idolatrar a Castle, pero también seguía los juegos y estadísticas de su papá.
Hasta que llegó el día más importante para él… Cubs Vs. Mets. Su jugador favorito Vs. su papá.
El mismo juego que cambió la vida para todos…
Calico Joe es una historia simple pero poderosa, fácilmente te pondrá al borde de las lágrimas dos o tres veces. Es una historia memorable con repercusiones morales y que usa el campo de baseball como zapata.
Al ser una novela corta, es difícil para mi poder abundar mucho tanto en el argumento como en la opinión de la misma. Pero puedo decir que es una lectura amena, rápida y placentera, una recomendación acertada aún sea para no-seguidores del deporte.
Hablando del mismo, Grisham mezcla jugadores reales de la época con jugadores ficticios y hace cambios en el calendario y algunas estadísticas para dar credibilidad a la obra. Son detalles que logra sumergirnos en las páginas y nadar entre palabras de un autor que «hizo su tarea».
En conclusión, hay un poco para todos en Calico Joe, seas o no fanático del deporte. Es una novela que va más allá, una novela difícil de olvidar.