Steven Soderbergh, director de más de 30 títulos: películas como la trilogía de Ocean, Erin Brockovich, Traffic, Contagion, Haywire, Magic Mike y más, nos trae su más reciente -y probablemente su último- trabajo como director.
Side Effects es una película que recomendaría a todos, pero en especial a psicólogos, psiquiatras, médicos en general, farmacéuticos y abogados.
Tenemos a Emily Taylor (Rooney Mara), una joven mujer que, después de esperar 4 años, se reúne con su esposo al éste salir de prisión. Aún ya unidos, Emily no supera una depresión y ésta atenta contra su vida -sin éxito-. Este atentado la lleva a conocer al doctor Jonathan Banks (Jude Law), quien empieza a darle seguimiento. Banks, después de revisar el historial de Emily con su antigua doctora, Victoria Siebert (Catherine Zeta-Jones), decide recetarle una medicina que apenas salía al mercado, Ablixia. Lo que ninguno sabe es que Ablixia causa unos efectos secundarios (ahí les va la relación del título con el contenido) que llegan a causar una abominable tragedia.
La película captó mi atención de principio a fin, aunque debo admitir que la primera mitad fue una obra de arte en comparación con la segunda mitad, pero siempre digo que no importa tanto el destino si el viaje es algo digno de recordar y admirar.
Las actuaciones son muy buenas, en mi opinión. No cabe dudas que Rooney Mara es una de las actrices jóvenes más talentosas hoy en día y ya muchos conocemos los trabajos de Jude Law y Catherine Zeta-Jones, actores veteranos y muy buenos. Channing Tatum sigue ampliando su reportorio con un pequeño -pero importante- rol acá. Y para los fans de las series (en este caso Breaking Bad y Suits) tenemos un pequeño papel de David Costabile.
No le daré una puntuación perfecta porque el final no fue perfecto (ni muy cerca a la perfección), este tipo de películas necesita eso, necesita ese golpe en el estómago, ese elemento sorpresa. Tampoco le daré una puntuación perfecta porque -al menos para mí- fue muy fácil darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Casi a la mitad de la película tenía ideas que resultaron ser casi del todo verdaderas.
Pero en fin, disfruté mucho de Side Effects, es mi tipo de película. Soderbergh hizo un buen trabajo detrás de las cámaras aunque no fuera su mejor labor a la hora de comparar sus otros títulos.
Necesitamos más cine así, más cine inteligente. Menos vampiros, menos explosiones, menos disparos, menos galones de sangre. Eso. Cine inteligente. Punto.