Esta mañana estuve pensando en algunas cosas y puse un tuit que resumía todas esas cosas, el tuit fue el siguiente:
Fíjense que no me refiero a nada muy profundo.
Imaginen un tuit de cualquiera de sus seguidores, uno que recomiende una canción, por ejemplo. Digamos que tienen el tiempo libre, o espacio dentro del trabajo que les permita escuchar música. Por curiosidad, buscas la canción y -boom- te gusta. Vamos a pensar que la canción es del 2005; la banda o artista sigue su carrera actualmente e inició a mediados de los noventas. ¿Cuántos discos habrá lanzado en ese intervalo de tiempo? Vamos a suponer que ha lanzado 6 discos, estaríamos hablando de unas 60-70 canciones… ¿Y si te acaba gustando el 50-60% de esas canciones? ¿Y si esa banda/artista se convirtiera en una de tus favoritas? Miren por dónde vamos con tan solo un tuit.
Y qué tal si nunca has leído un libro y alguien coloca en Twitter la foto de una portada de un libro y una palabra que rece «Excelente». La portada te atrae, abres Google y descubres que es un libro de 100 páginas. «Es corto» piensas… Le das una oportunidad, te encanta y empiezas a leer más y más y, poco a poco, libros de 100 páginas aumentan a 200 y 300 y ni cuenta te das… Solo por un tuit.
Tienes hambre, andas en la calle, quieres probar algo diferente, pides -inocentemente, quizás sin esperar respuestas- por Twitter alguna referencia… Puede que encuentres tu próximo restaurante favorito… O película favorita… O serie favorita… o bar favorito… etcétera, etcétera, etcétera.
En fin, un buen tuit (no necesariamente recomendaciones; piensen y sean creativos) puede abrir portales a muchas dimensiones, pueden darle un giro a tus próximos minutos, a la próxima hora o incluso al día completo.
Por eso les invito a reflexionar. Debemos filtrar mejor lo que ponemos en Twitter, porque no todos los portales pueden llevar a buenas dimensiones y hay muchas personas que tienen muchos seguidores, todos únicos y distintos, con sus propios problemas y sus propios mundos en sus cabezas.
Quizás una joven tenga dudas y quiera romper una relación con un buen muchacho (que ya están escasos, a mi entender) y yo pongo un tuit que diga algo como: «Ya no quedan hombres buenos, ninguno de nosotros sirve. Mujeres, no crean en nosotros». ¿Puede eso influenciar en la decisión de la joven? Puede que no, pero puede que si. Ahhh, ese famoso beneficio de la duda.
¿Y si un adolescente que nos admira como profesionales o por destacarnos en algún hobby o talento tiene pensamientos suicidas y nos da con colocar algún tuit negativo tan solo para desahogarnos?
En conclusión, yo entiendo que cada Twitter es personal y ponemos lo que se nos venga en gana… Pero entonces, ¿para qué nos esforzamos en conseguir más y más seguidores? La idea es que nos lean, ¿no? Entonces, vamos a dar calidad de lectura… De lo contrario, empecemos a comprar diarios, de esos que traen llaves y candados, y vamos a quedarnos estancados en una sola dimensión y no viajemos por portales y no conozcamos al mundo a través de buenos amigos, música, libros y comida.
Pues tienes razón. Supongo que para evitar problemas deberíamos ajustarnos a la realidad en lo que ponemos. No hablo de mí, que básicamente utilizo el twitter muy de vez en cuando y de forma bastante impersonal, sino de la gente que realmente refleja opiniones y posturas ante la vida. Supongo que en esos casos se trata de ser sinceros y no solo buscar ser lo más efectista posible (que es, parece, lo que buscan algunos).
Buena reflexión. 😉