De vez en cuando comentaré sobre películas que he visto en el pasado (antes de iniciar este proyecto que se ha vuelto parte de mis días) y una de esas películas es Land of the Dead.

Esta es una película que se estrenó en el 2005 y, por ende, la vi años atrás. Hoy la vi nuevamente y ahora les escribo un poco sobre ella.

Land of the Dead es una entrega del famoso director George A. Romero, quien también escribió el guión.

Entre los actores tenemos a Simon Baker, quien luego se hizo más conocido por su rol en la serie «The Mentalist», también tenemos a Asia Argento (quién actuó junto a Vin Diesel en la película «xXx»). Además de ellos, están los conocidos John Leguizamo y Dennis Hopper apoyados también por un pequeño rol de Shawn Roberts, quien se hizo popular años después al interpretar al villano Wesker en una de las adaptaciones cinematográficas de Resident Evil.

La trama es bastante sencilla y no diré mucho más que conocemos de un edificio bien atractivo a la vista y bien iluminado donde las personas que pueden pagar su estadía allí lo hacen salvándose de los seres que infestan la tierra. Todo gracias a un río que los mantiene separados. Pero no son sólo los zombies que quieren llegar allí… y en el proceso habrá mucha sangre y muerte.

Y es que como en toda película de este tipo habrá mucha sangre. Amputaciones, agujeros creados por balas, intestinos, carne humana y la lista podría extenderse si así me lo permiten. Es una película para personas con buen estómago. Después de ver series como The Walking Dead y algunas otras películas de este género pero más recientes llego a la conclusión de que el maquillaje en esta entrega no es tan sorprendente, pero cumple el objetivo.

Land of the Dead es una película de unos 90 minutos y, como muchas películas de zombies, son pocas posibilidades existentes para la conclusión de ellas; por lo que puede ser predecible. Las actuaciones no son tan malas, los efectos tampoco lo son, pero la película de verdad deja un poco de qué desear. Hay muchas mejores que ésta, aún así es una que todo amante del género debe soportar.