Estuve leyendo un artículo de Paul Tassi en Forbes. En dicho artículo, él nos informa cómo la serie de Netflix, Marianne, ha resurgido actualmente a pesar de haberse estrenado en el 2019.

Aparentemente, en los últimos meses, la producción ha ganado una nueva ola de popularidad, generando conversación entre los aficionados al género y logrando una valoración perfecta por parte de la crítica, al menos en Rotten Tomatoes.

Lo curioso es que este reconocimiento ha llegado mucho después de su estreno, sin una campaña de promoción reciente que lo explique del todo. La serie ha logrado captar la atención de nuevos espectadores gracias al boca a boca y a su capacidad para generar miedo genuino.

Marianne, a diferencia de otras series de terror más sutiles o psicológicas apuesta por una combinación de terror sobrenatural, imágenes perturbadoras y una atmósfera opresiva que deja una impresión duradera en quienes la ven.

Comparada con La Maldición de Hill House, Marianne resulta aún más inquietante, según Tassi. Aunque ambas series son de gran calidad, la producción francesa apuesta por un horror más directo y perturbador, con una historia que atrapa desde el primer episodio.

Aún no he visto la serie, solo quise compartir parte de lo que leí en Forbes, ya que mi curiosidad se ha despertado y estoy considerando fuertemente empezar a verla este mismo fin de semana.

Supongo que, si eres amante del terror y aún no has visto Marianne, ahora sería el momento perfecto para sumergirte en esta pesadilla.

La serie sigue la historia de una escritora de novelas de terror que descubre que los horrores que ha creado en sus libros son más reales de lo que imaginaba. Con una dirección impecable y actuaciones sobresalientes, la serie se ha ganado un lugar entre las mejores del género en Netflix.

El resurgimiento de Marianne demuestra que, a veces, las verdaderas joyas del terror tardan en ser descubiertas por el público masivo. Veré qué tal me parece la serie.