A partir de los primeros minutos, Speak No Evil nos plantea una premisa incómoda pero intrigante: ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar para evitar un conflicto? Es una pregunta que resonará profundamente en el espectador a medida que la historia avanza.
Nota: En esta entrada estaré hablando del filme original del 2022, no confundir con el remake americano, protagonizado por James McAvoy, del 2024.
A pesar de contar con la ayuda de Mads Tafdrup a la hora de escribir el guión, es de Christian Tafdrup que surge la idea y es él quien se encarga de dirigir el filme.
Christian Tafdrup tuvo la idea para la película a partir de su propia experiencia durante unas vacaciones en la Toscana, donde su familia conoció a una pareja amable, aunque algo socialmente incómoda, de los Países Bajos. Se llevaron muy bien y las dos familias pasaron mucho tiempo juntas. Cuando Tafdrup regresó a casa, recibió una invitación de la familia holandesa para quedarse con ellos en los Países Bajos. Tafdrup consideró brevemente la oferta, pero decidió no aceptarla, ya que sentía que sería extraño quedarse con personas a las que realmente no conocía. Nunca los volvió a ver, pero no podía dejar de pensar en lo que podría haber sucedido si hubiera aceptado, y algunas de sus ideas más oscuras se convirtieron en la base para su guion. Tafdrup enfatiza que la película no es más que una fantasía oscura, y que la pareja holandesa de sus vacaciones era, sin duda, gente de bien.
La trama de Speak No Evil sigue a una familia danesa que acepta una invitación para visitar a unos conocidos holandeses que conocieron durante unas vacaciones en Italia. Lo que comienza como una estancia aparentemente cordial y amistosa se convierte, poco a poco, en una experiencia de manipulación y tensión, que explora los límites de la incomodidad social. La película sobresale en cómo va aumentando esa incomodidad, dejando que los pequeños gestos, comentarios y situaciones cotidianas se tornen extrañamente amenazantes.
Uno de los aspectos más impactantes de Speak No Evil es su retrato de la incomodidad social llevada al extremo. Los personajes, atrapados en situaciones de abuso psicológico, siguen intentando mantener la paz por cortesía, incluso cuando su instinto les dice que algo está terriblemente mal. La película es una crítica mordaz a la cultura de la amabilidad a toda costa, y muestra de manera perturbadora las consecuencias de ignorar esas señales de advertencia.
Visualmente, la película utiliza un estilo sutil pero efectivo. Los paisajes serenos y la atmósfera tranquila contrastan con la creciente sensación de claustrofobia y peligro. Sin grandes efectos especiales ni giros de guion estridentes, Speak No Evil juega con el horror realista, lo que la hace aún más perturbadora. Es el tipo de terror que se queda contigo, porque no depende de lo sobrenatural para asustar, sino de la idea de que lo peor puede estar escondido detrás de una sonrisa o un acto de «amabilidad».
El desenlace, sin duda, dejará una impresión duradera, y es posible que divida a los espectadores. Pero lo que queda claro es que Speak No Evil es una película que nos obliga a reflexionar sobre el peso de la cortesía, el poder de la manipulación y las líneas borrosas entre lo que es aceptable y lo que no lo es.
En resumen, si disfrutas de un cine de horror psicológico que te haga cuestionar las dinámicas sociales y te deje con una sensación de desasosiego, Speak No Evil es una película que definitivamente te atrapará. Pero debo advertir que no es una película fácil de digerir, y la tensión prolongada podría causar estragos.
Aún no he visto el remake, y ahora tengo mucha curiosidad sobre qué cosas cambiaron y que otras cosas no. Espero verla muy pronto y así poder comparar y compartir mis conclusiones en este espacio.