Recuerdo los inicios de este mes, nada agradables.
Me diagnosticaron Hipertensión Arterial y me estuvieron medicando por una semana, un repentino cambio de doctor me hizo descubrir un mal diagnóstico que luego supe llegó a ser agotamiento físico extremo y fruto de un período largo de mala alimentación.
Empecé Febrero sin trabajo, con deudas, inicios de la monografía en mi universidad y recomendaciones de descanso, dieta y poco estrés. Mi pareja con cientos de horas sirviendo de M.I. en el hospital y afanes propios; en fin, un mes nada prometedor.
Increíblemente, las cosas fueron mejorando con el alivio del mal diagnóstico, noticias de un pequeño trabajo como asistente de psicología en un hospital público, la aparición de un módulo y una socia para la pronta apertura de mi consultorio propio, un fin de semana lejos; en el norte, el mismo 14 de Febrero; el cuál recuerdo con ternura y sonrisas, un pequeño cambio de móvil y, sobretodo, mucho descanso, paz y cero -o poco- estrés.
Fueron pequeños rayos de sol que se infiltraban por las nubes grises y, que a final de mes, estaban casi al 100% disipadas.
Doy gracias a mis lectores por el constante crecimiento de mi blog, estoy satisfecho con mi tráfico de visitas, con los comentarios, con el apoyo. Pero sé que puedo dar más y, juntamente, atraer más y más visitantes y mantener a los lectores constantes en sintonía.
A pesar de ser el mes de menos días en el año, y que yo haya publicado menos entradas, el tráfico de visitantes incrementó alrededor de un 30%.
Bueno, ya marzo está a la vuelta de la esquina, par de minutos y Febrero 2011 pasará a la historia y jamás volverá.
Tratemos de vivir el día a día y no dejemos que el pasado se haga nuestro presente… ¡Nos vemos en Marzo!