Si me paso la mano minuciosamente por la cabeza apostaría a que encuentro algún que otro grano de arena. Mis cachetes tocados por el sol arden tenuemente y el cansancio y deseos de cama se apoderan de mi. Todo ésto viene después de unas merecidas vacaciones.
Río San Juan fue el destino, específicamente dos días en Playa Caletón.
Cero estrés, cero tecnología, cero trabajo; en fin, mucho descanso y relajamiento. Sol, arena y playa. 13 horas para dormir. Creo que esto era parte de lo que mi terapia de recuperación requería. Me siento desestresado y les aseguro que mañana me sentiré con nuevas fuerzas.
Deben darse sus días de descanso. Es preciso sacar tiempo para apartarse de la civilización. Conocer la naturaleza que ofrece el país. Pasar tiempo de calidad con la familia. Olvidarse de los problemas.
La vida es pasajera, trabajar tanto puede enfermar y en una tumba uno no logra mucho.
Espero que sigan mi consejo, no se arrepentirán.
Un oracion que trae felicidad: Pasar tiempo de CALIDAD con la familia.
Verdaderamente son los unicos que nos aceptan y aman como somos, es el regalo mas grande 😀
Que bueno que la pasaron super bien!
me aparece que tienes razon, nuestro problema es que hemos perdido el ritmo de nuestra vida, y nos hemos vueltos personas aritmicas.
El ritmo es la armonia que mantienen los instrumentos entre si al sonar, nuestra vida debe mantener esa misma armonia, entre lo que hacemos, debemos sacar tiempo para descarsar, compartir con los demas, y a veces simplemente quedarnos tranquilos y observar las maravillas de Dios en nuestras vidas.