El encontrar o empezar a leer un libro siempre tiene una historia, mayormente sencilla. Una persona que va mucho al cine, siempre estará atento a las distintas opciones que ofrece la cartelera; lo mismo pasa con una persona que lee: encontrará -o se topará- en los medios diversas opciones de autores y una ilimitada cantidad de libros interesantes y, si lleva una lista, se dará cuenta con tristeza que la vida es muy corta para leer tantos libros.
No soy el lector más rápido, apenas dedico algunos minutos al día para avanzar lo que esté leyendo, pero siempre trato de tener un «libro bajo el brazo».
Supe de la autora Gillian Flynn y, consecuentemente, del libro «Sharp Objects», por el auge que tuvo en los medios su novela más reciente, «Gone Girl» (obviamente, anotada en mi lista). Cuando investigué sobre el libro, la autora y su obra me fijé en que apenas ha publicado tres libros y decidí empezar a leerla desde el inicio.
Sharp Objects es un libro oscuro y algo inquietante; quizás un poco retorcido, desagradable y traumatizante para algunos. Es un thriller psicológico rondando por el género del crimen.
Tenemos a Camille Preaker -quien narra la historia- una mujer con un pasado terrible, pasado que la llevó a durar un tiempo en un centro de rehabilitación psiquiátrica.
Camille se desenvuelve como reportera de un periódico de Chicago y una de sus primeras encomiendas será regresar a su pueblo natal y escribir sobre el desarrollo de unos crímenes brutales cometidos contra dos niñas.
Wind Gap es el pueblo donde Camille creció… En Wind Gap vio a su pequeña hermana morir, en Wind Gap sufrió la ausencia de un padre y el odio de una madre, en Wind Gap fue que comenzó a cortarse la piel.
Sí, leyeron bien… Camille Preaker es una mujer que sufre de un trastorno mental; se auto-mutila trazando palabras sobre su piel… y ahí está la relación del título con el contenido.
Sharp Objects explora a profundidad el pasado de Camille, la relación entre los distintos miembros de la familia, la muerte de su pequeña hermana, su nueva hermanastra adolescente, sus relaciones y demás, mezclando todo ésto perfectamente con la investigación de los crímenes.
Puede que, en primera instancia, la protagonista no nos simpatice mucho. Ella tiene una manera muy peculiar de ver la vida; desde sus relaciones sociales, el trabajo y hasta el sexo. La autora la traza con excelencia.
El libro es corto y difícil de dejar de leer, con menos de 300 páginas asegura una lectura rápida y fluida. Pero advierto, es fuerte, oscuro y trata temas pesados. Las acciones de la protagonista son cuestionables y poco dignas de admirar, aunque esa es la idea de la autora, supongo; y las personas a su alrededor están plagadas con sus propios problemas los cuales se escapan de la normalidad.
Gillian Flynn tiene un estilo muy marcado, tenaz, descriptivo y fragmentado pero que acapara nuestra atención con suma facilidad y cuya prosa no deja escapar detalle alguno. Su escritura se nota visionada, con una mira hacia el objetivo final, o una versión de ello. No teme a expresarse con libertad y a delinear sus personajes a placer y sin tabúes. Parece conocer trastornos y cómo éstos afectan a las personas. Tampoco teme a zambullir a sus personajes en situaciones extrañas y triunfa en sacarlos plausiblemente… Gillian Flynn me ha comprado en esta primera publicación, no hay duda de que leeré sus próximas dos novelas.
Sharp Objects por poco me defrauda mientras jugaba con la idea de ser muy predecible e incluso mostrando una carta «tempranera». Hay que ser pacientes y leer hasta la última página, hasta que la historia verdaderamente acabe.
Me gustó mucho la lectura de Sharp Objects, sensaciones distintas en una historia que todavía da vueltas en mi cabeza… Tal y como lo expresó Stephen King una vez.
Por más que lo pienso -y teniendo en cuenta que he leído considerable cantidad de libros- Sharp Objects definitivamente NO parece una novela debut, parece una novela de una escritora experimentada.